Los cuestionamientos hacia la Municipalidad de San Miguel de Tucumán brotaron ayer de la boca del gobernador Juan Manzur y empaparon directamente a Germán Alfaro. “El intendente de la capital, en vez de ayudarnos, lo único que hizo fue criticar, criticar y criticar; nunca aportó ninguna solución, por eso hoy nosotros nos hacemos cargo”, enrostró el mandatario durante la presentación de maquinarias y materiales adquiridos por la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) con aportes provinciales no reintegrables.
Desde hace más de un año, el mandatario es el blanco de las críticas por parte de la Intendencia por la calidad del servicio que presta la SAT, una empresa privada de participación estatal mayoritaria. El año pasado, incluso, Alfaro subió el tono de la disputa al iniciar acciones legales por daños y perjuicios (por la destrucción de la vía pública derivadas de las pérdidas de agua y cloacas) y al reunir 100.000 firmas para pedir la intervención de la firma. Es por eso que ayer, desde la explanada de la Casa de Gobierno, el médico sanitarista vació la cisterna que tenía colmada de reproches.
“La capital no nos ha ayudado, lo único que hizo fue demandar. Hay muchos intendentes que nos ayudaron, y otros que no; no se puede decir cualquier cosa, ahí están los fondos”, manifestó el titular del Poder Ejecutivo (PE) mientras señalaba los vehículos adquiridos: dos retroexcavadoras, dos camiones desobstructores, 15 vehículos utilitarios para desplazamiento de cuadrillas y un camión grúa (no estaba en la presentación).
Bajo tierra
A fines del año pasado, la Legislatura aprobó la “Ley SAT” (N° 9.062) que habilita al PE a enviar aportes financieros no reintegrables a la empresa mixta en el marco de una excepción a la Ley de Administración Financiera (ver nota aparte).
Durante 2018, la Provincia desembolsó más $ 170 millones para la SAT, según informó la empresa. El titular de la SAT, Fernando Baratelli, manifestó que $ 30 millones fueron invertidos en equipamiento de movilidad y un monto similar en materiales. Los $ 110 millones restantes fueron inversión de obras. “Esto es parte de lo que se hizo, de lo que podemos mostrar. Pero tenemos muchas obras; son las que quedan bajo tierra, dándoles solución a distintos barrios. Somos conscientes de que falta, pero estamos trabajando para ello”, dijo el ex subsecretario de Obras Públicas de la Provincia.
El presidente de la empresa de participación estatal mayoritaria, que cumplió un año en el cargo, ponderó la adquisición de materiales y de maquinaria para dar soluciones. “Es muy difícil sin esto poder salir a responder a los pedidos. Si bien nuestra gente está dispuesta a trabajar, en otros momentos nos era complicado por no tener equipamiento”, reflexionó, al tiempo que adelantó que buscarán gestionar obras de mayor envergadura con financiación internacional.
Consultado puntualmente por las quejas de la Municipalidad por las cloacas desbordadas, a través de publicidades televisivas, Baratelli le dijo a LA GACETA que todos los reclamos son vistos y analizados. Además, aseguró que las cuadrillas brindan actualmente 2.500 soluciones mensuales. “Como dije a principio de año, y lo sigo sosteniendo: la realidad es que la SAT no logra a cubrir el 100 % de los reclamos. Hay lugares donde puede quedar gente con espera y ofuscada quizás. Pero creo que hoy la gente, en vez de reclamar, pide que se le dé solución, esto significa que tiene la esperanza de que en el corto o mediano plazo tenga solución”, interpretó el funcionario provincial.
“Un día crecieron”
Luego de la presentación realizada en la plaza Independencia, el concejal radical Raúl Pellegrini se despachó en contra de Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo. “Aunque tarde, maduraron y parece que se harán cargo de resolver los problemas que les competen; la solución de fondo debe darla el gobernador Manzur, responsable directo del pésimo servicio que brinda la SAT”, expresó en un comunicado
El pasado martes, en una audiencia respaldada por el legislador Eudoro Aráoz (UCR), una centena de vecinos se despacharon en contra de la SAT. Los principales problemas planteados fueron la falta de presión y el desborde o reflujo de cloacas en sus domicilios.